top of page

PUEBLOS INDIGENAS EN AISLAMIENTO

En tiempos cuando tenemos prácticamente todo a la mano, cuando las fronteras se han roto en el sentido comunicacional y nos damos cuenta de nuestra innegable dependencia con la tecnología desde los celulares, las redes sociales y las app que definitivamente están casi rosando los límites de la imaginación fragmentando la realidad y el entendimiento, ejemplo de ello son las aplicaciones graficas de la Inteligencia Artificial, la “iA” como ya se ha normalizado en nuestro vocabulario y que no deja de sorprender con aquellas animaciones que vemos en la redes sociales donde, en ocasiones, no sabemos diferenciar si son reales o no.

Entonces, a pesar de vivir en este mundo digitalizado y tecnológicamente bastante avanzado, y por qué no decirlo, también caótico. Se tejen realidades que están muy, pero muy alejadas de todo eso y no sólo físicamente, sino que mentalmente, con cosmovisiones remotamente distantes a este mundo globalizado y belicoso.  

Se trata de vidas remotas, humanos que han optado por desentenderse del exterior o que simplemente desconocen el mundo más allá de sus propias fronteras ocultas y dispersas en las selvas sudamericanas.

Hablamos de los pueblos indígenas sudamericanos que viven en aislamiento, específicamente los pertenecientes a los extensos territorios de la Amazonía y el Gran Chaco, donde según el Informe Regional de territorios y desarrollo, realizado por Land is Life, se sabía que de 185 grupos indígenas sólo se han podido confirmar la existencia de 66, los que se han resistido a los invasivos procesos de conquista o la llamada “integración” de las naciones latinoamericanas circundantes.

¿Qué significa que un grupo humano viva en aislamiento?

Ciertamente no se trata de personas conocedoras de la vida urbana y que decidieron apartarse de esta por ABC motivo, en este caso dirigiéndose hacia las selvas para “desconectarse” y encontrarse con su yo interior, no, no se trata de ese tipo de aislamiento temporal. Es más bien un estado natural y evolutivo muy distante en el pasado, casi neolítico, que lleva generaciones, por decir lo menos en una línea de tiempo, tal vez por milenios, viviendo en simbiosis con la naturaleza, personas que jamás han visto ni siquiera un trozo de plástico ni menos un auto, ni siquiera una carretera incluso a otros humanos que nos sean de su grupo étnico.

La Amazonia y el Gran Chaco abarcan territorios salvajes por excelencia, prístinos y profundamente inaccesibles, son ecosistemas biodiversamente ricos con especies hermosas, pero muchas extremadamente peligrosas, animales y plantas venenosas, ambientes ponzoñosos con insectos capaces de devorar en minutos a cualquiera. Sin mencionar el clima con altos índices pluviométricos y de humedad, sólo por mencionar algunos aspectos hostiles de este tipo de hábitat, ante los cuales estos grupos humanos se han sabido adaptar o más bien evolucionar.

¿Cuáles son los casos registrados como pueblos indígenas no contactados?

En la frontera de Perú y Brasil en la confluencia de los ríos Itaquaí y el Jutaí existe un misterioso grupo denominado los “flecheiros” o “gente de las flechas”, que vale decir que se desconoce cómo se llaman realmente, son una tribu raramente avistada y sólo conocida por la experticia de sus arqueros que no temen disparar, a la hora de defender su territorio, sus flechas con puntas envenenadas, según un informe de expedición de National Geographic del año 2003.

“Los flecheiros constituyen una de las 17 tribus no contactadas, así denominadas, que viven en los lugares más recónditos de la Amazonía brasileña. En este sector del bosque tropical húmedo, la Reserva Indígena de Vale do Javari, viven no más de 1,350 indígenas no contactados, tal vez la mayor concentración del mundo.

La mayoría de ellos desciende de las masacres perpetradas durante siglos por los extranjeros blancos. Los indígenas se refugiaron después en el escarpado territorio donde se hallan las fuentes de los ríos de la región y rehúyen todo contacto con el mundo exterior”.

(Extracto informe National Geographic 2003).

¿Si dichos territorios son tan extensos, porqué han de quedar menos humanos viviendo aislados?

El factor antrópico es para variar el principal motivo tal como ya hemos visto en el caso de la flora y fauna en peligro de extinción en muchos lugares del planeta, acá no es tan diferente y tres pueden ser las causas:

1.- Los proyectos extractivistas como la minería ilegal de oro, el coltan (mineral compuesto por colombita y tantalita utilizada en la industria microelectrónica, telecomunicaciones y aeroespacial), diamante y otros minerales en los espacios aledaños a donde viven los pueblos en aislamiento.

2.- La industria maderera y los mega proyectos estatales en conjunto con las empresas trasnacionales que hablan del “desarrollo para la región amazónica”, así como la ampliación de la frontera agrícola en Brasil, Bolivia y Paraguay que ha generado una enorme pérdida de cobertura vegetal, afectando así a la biodiversidad de la cual dependen los pueblos aislados para subsistir.

3.- La vulnerabilidad epidemiológica que en el pasado a costado muchas vidas hasta un simple resfrío, acá es lo mismo; pero son humanos afectando a humanos.

La existencia de la vida silvestre humana, como la que representan estas tribus sudamericanas, son verdaderos relictos humanos, vestigios vivos de cómo fue la base de nuestra propia evolución, de nuestro comportamiento primigenio, comenzamos todo así, viviendo así, en estado tribal como nómades o como grupos familiares asentados.

La formalización de las estructuras de la sociedad y la posterior industrialización, llevaron a estos grupos étnicos a aislarse cada vez más, al punto que sólo algunos de ellos seguramente recuerdan haber visto a otros seres humanos en furtivos encuentros en la selva, y que para colmo de males esos encuentros en el pasado, sólo han traído enfermedades y muerte. Llevando a estos indígenas a evitar el contacto y existir en estado natural prístino descontaminado de los males de nuestra sociedad actual.

Este breve especial esta realizado para vislumbrar el entendimiento de cómo podríamos, como sociedad, responder para actuar de forma más efectiva para proteger los territorios y bosques relictos que aún permanecen libres de la explotación y que hoy son el hogar no sólo de la flora y la fauna nativa, sino que también de pueblos indígenas aislados, estos espacios prístinos están en la mira de las ambiciones conquistadoras de las sociedades de consumo masivo.

Es nuestra oportunidad también para conocer estas historias, que, aunque parecen lejanas son perfectos ejemplos de cómo afectan nuestras acciones y desdén a nuestro entorno cercano aquí en Chile como a nuestro medio ambiente global.  

“El tiempo se nos agota para actuar de manera acertada local y regionalmente y exigir la garantía de sus derechos y la protección de la última frontera de vida”.

RevistaBIOMA.cl

Vida al sur de la Tierra

2025

VOLVER

Revista BIOMA es una iniciativa editorial apadrinada por 

NUEVO LOGO ONG.jpg

© 2025  REVISTA BIOMA, TODOS LOS DERECHOS RESERVADOS

bottom of page